Durango, Dgo. – La transición energética está avanzando a pasos agigantados, superando por primera vez el 50% de la producción total de electricidad con fuentes renovables. Sin embargo, el crecimiento exponencial de la inteligencia artificial (IA) presenta nuevos desafíos para los proveedores de energía, quienes enfrentan la posibilidad de una escasez de electricidad y un incremento en los precios.
La IA demanda hasta 30 veces más electricidad por servidor en comparación con los centros de datos tradicionales, lo que podría llevar a un aumento significativo en el consumo eléctrico. Franklin Templeton Investments advierte sobre el potencial riesgo de una crisis energética debido a esta creciente demanda, anticipando un crecimiento de más del 3% en la demanda eléctrica de Estados Unidos en la próxima década, algo no visto en décadas.
A medida que la computación en la nube y otros avances tecnológicos impulsan la demanda, la capacidad de generación eléctrica se ve comprometida. La transición hacia energías renovables, aunque prometedora, no es suficiente para satisfacer el rápido aumento en la demanda de electricidad provocada por la IA. Grandes empresas de tecnología como Amazon, Google, Microsoft, Meta y Oracle están llevando al límite los sistemas existentes, lo que convierte al suministro eléctrico en el principal obstáculo para la expansión de los centros de datos de IA.
Empresas como Amazon han optado por contratos de suministro eléctrico con operadores de plantas nucleares, asegurando más de 1 gigavatio (GW) de electricidad con un sobreprecio del 50%. Estos acuerdos, aunque necesarios para mantener sus operaciones, podrían elevar aún más los precios de la electricidad y afectar el suministro para otros consumidores.
ClearBridge Investments anticipa un aumento en los precios de la electricidad debido a la creciente demanda y la oferta insuficiente. Este escenario podría resultar en cortes de electricidad y una transición energética más prolongada, obligando a recurrir a combustibles fósiles para satisfacer la demanda.
La IA, intensiva en energía, presenta un riesgo significativo para la estabilidad del suministro eléctrico y podría desafiar el rendimiento a largo plazo de muchas acciones en el sector tecnológico. Los inversores y proveedores de electricidad deben estar preparados para enfrentar estos desafíos y buscar soluciones sostenibles para mantener el equilibrio entre demanda y oferta en el mercado eléctrico.