Empoderar económicamente a las mujeres no es solo una cuestión de justicia social; es una necesidad urgente para el desarrollo sostenible de nuestro Estado, según la diputada Marisol Carrillo Quiroga. Durante una reciente sesión de la Comisión Permanente, Carrillo, quien también preside la Comisión de Igualdad de Género, resaltó la preocupante disparidad económica entre hombres y mujeres en Durango.
Según datos del INEGI de 2023, la tasa de participación económica de las mujeres es del 44.6%, en comparación con el 76.8% de los hombres. Esta brecha se refleja también en la inclusión financiera, ya que las mujeres reciben hasta un 86.6% menos del monto otorgado a los hombres a través de créditos empresariales o de vivienda.
“La autonomía económica nos permite a nosotras como mujeres tomar decisiones más informadas y libres sobre nuestras vidas, romper el ciclo de violencia y dependencia, y participar activamente en la economía y en la toma de decisiones. Es fundamental que como legisladores apoyemos y promovamos políticas que fomenten la igualdad de género y el empoderamiento económico de las mujeres, reconociendo que su progreso es el progreso de todas y todos”, destacó la diputada.
Además, Carrillo Quiroga mencionó que, según el Instituto Mexicano para la Competitividad, Durango se ubica en el lugar 29 de 32 entidades en cuanto a la capacidad de las mujeres para acceder y generar ingresos propios. Esta posición subraya la urgencia de tomar medidas concretas para promover la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
“No podemos seguir ignorando la enorme brecha de género que existe en nuestra sociedad. Debemos tomar medidas concretas para promover la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Es necesario que sigamos implementando políticas públicas que fomenten la participación económica de las mujeres, facilitando su acceso a la vivienda y garantizándoles una inclusión financiera”, añadió Carrillo.
La diputada también reconoció que cerrar la brecha de género es una tarea constante que requiere el esfuerzo conjunto de la sociedad civil, el gobierno y el sector privado. Subrayó la importancia de promover iniciativas que garanticen la igualdad de oportunidades laborales, implementar programas de capacitación y desarrollo profesional específicos para mujeres, y asegurar que tengan acceso equitativo a financiamiento y recursos empresariales.
Finalmente, destacó el papel crucial de las empresas públicas y privadas en crear ambientes laborales inclusivos y políticas de diversidad que valoren e incentiven la participación de las mujeres en todos los niveles.