Recorte de presupuesto federal puesto en jaque a la construcción en Durango

La industria de la construcción en Durango atraviesa una de sus peores crisis. Según Francisco Salazar Mendía, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en el estado, la reducción drástica en el presupuesto federal destinado a obra pública ha generado un panorama devastador para las empresas locales.

“Antes recibimos hasta 1,500 millones de pesos anuales para obra pública en Durango, pero ahora, con suerte, llegan a ser 350 millones”, comentó Salazar Mendía. Esta caída en los recursos ha provocado que alrededor de 20 empresas del sector hayan tenido que cerrar en los últimos dos años, dejando a cientos de trabajadores sin empleo y paralizando proyectos clave para el desarrollo de la entidad.

La obra pública ha sido históricamente uno de los pilares más importantes de la economía local, ya que no solo genera empleos directos, sino que también activa otras ramas de la economía como la venta de materiales y el transporte. La reducción presupuestal ha provocado una desaceleración visible en la construcción de infraestructura básica, afectando tanto a empresas grandes como a pequeños contratistas.

Salazar Mendía hizo un llamado a las autoridades federales para reconsiderar el monto asignado al estado y apoyar a las empresas que dependen de estos recursos para sobrevivir. “No solo se trata de las empresas, sino de las familias que dependen de estos trabajos. Si no se toman medidas, el futuro para la construcción en Durango es muy incierto”, añadió el presidente de la CMIC.

A pesar de la crisis, Salazar Mendía mencionó que las empresas que han logrado sobrevivir se están enfocando en proyectos privados y en buscar nuevos mercados para mantenerse a flote. Sin embargo, advierte que sin una reactivación del sector público, será difícil revertir las afectaciones a corto plazo.

La situación actual preocupa a todos los que dependen de la construcción como motor económico en Durango, y el llamado a las autoridades es claro: se necesita mayor inversión federal para evitar que más empresas cierren sus puertas.

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